lunes, 27 de octubre de 2008

¿ Quién ha dicho que la Reina ha muerto ?



En cada una de las 20.000 almas que estábamos concentradas el sábado 25 en el Palacio de los Deportes, en Madrid, había un pedacito de La Reina. Se reflejaba en cada mirada, en cada palabra cantada al son de los acordes de los incombustibles Queen. Puntualidad británica. Dos horas y media de espectáculo. Sencillamente impresionante. A estos chicos aún les queda mucha carretera.

El concierto arrancó con una "tormenta cósmica" de sonido e imágen para recordarnos que están presentando su último disco, The cosmos rocks, aunque los nuevos temas sólo acompañaron testimonialmente lo que el público quería ,de verdad, escuchar: las grandes canciones de la mejor época de Queen. Así, enseguida empezaron a sonar temas como Hammer to fall, Tie your mother down, Another one bites the dust o la indiscutible I want to break free.




Uno de los momentos más memorables del concierto llegó cuando Brian May cogió su guitarra acústica , se sentó solo ante el público e interpretó la preciosa Love of my life y tras ésta, Las palabras de amor, haciendo un guiño a Freddie.

Paul Rodgers tuvo también su momento, al cantar en solitario Seagull y Bad company, del grupo que lideraba antes, aunque particularmente me quedo con la emotiva interpretación de We believe, del último disco.




Pero sobre todo fue la noche de Brian May, que demostró su técnica con un solo de su eléctrica de más de media hora, y de Roger Taylor interpretando A Kind of Magic al compás de la batería.








Luego, la gran sorpresa, el homenaje: en la gran pantalla del fondo del escenario apareció Freddie Mercury, mientras Brian May y su guitarra se acercaban con Bijou y Last horizon a la imágen de un gran ojo de quién fue el alma indiscutible de los Queen hasta su muerte.
Radio Gaga, Crazy little thing called love o The show must go on, junto con la nueva Cosmos rocks y el éxito de los Free de Rodgers All right now, precedieron a otros clásicos que tampoco podían faltar en una noche para el recuerdo: Bohemian Rhapsody, interpretada por Freddie Mercury a través de un vídeo y We are the champions. El punto y final lo puso la despedida al son de God Save the Queen.







Cómo veis, resultó ser una noche intensa. Lo cierto es que era de prever, y como por experiencia sabemos que los bocatas en los conciertos son malísimos y muy caros, decidimos llegar con el estómago llenito. Así que nos dimos una vuelta por el Asador Frontón, y entre el apetito de embarazada y la oportunidad que tenía ante mí, no lo dudé:


Comenzamos abriendo boca con un cortito, que una no puede abusar, acompañado por unas olivas. Pasamos al comedor y nos sentamos en un rinconcito muy acogedor, no fumadores, por supuesto. Mientras decidíamos el menú, el restaurante nos obsequió con una chistorra frita, buenísima, y un jamón de jabugo con queso manchego, que mejor no explico cómo estaba. (¿Recordáis mi temita con el jamón, no?). Bien, comenzamos con los primeros: espárragos cojonudos con ventresca de atún y pimientos del piquillo rellenos de bacalao (mmmmm, los piquillos...). Segundos: Chuletón de buey al punto acompañado de piparritas y Kokotxas en salsa verde (Oh, Dios...). Postre: natillas caseras, algo ligerito...El café, descafeinado, puso el broche. Ah, y bebí agua, que no se diga que no me cuido.











lunes, 20 de octubre de 2008

La Presentación.



Os invito a conocerla. Se llama Alba y, al fin puedo decir, confirmar y gritar a los cuatro vientos que es niña. Mi niña. No lo he podido saber hasta ahora y estoy tremendamente feliz de haber resuelto la incógnita. No es sólo por el hecho de conocer el sexo sin más, es mi primer vástago y, francamente, no tenía preferencia alguna. Sino que, desde el mismo instante en que me lo confirmaron, mi cosita cobró identidad. Ya puedo dirigirme a ella por su nombre, hablarle, conversar... porque sé con certeza que me escucha. Y vuelvo a decir, una vez más, que es realmente maravilloso. Tiene 21 semanas y se pasa el día haciendo gimnasia rítmica. Se mueve sin cesar, aunque es por la noche cuando más le gusta hacerse notar, cuando me acuesto y le concedo al fin el descanso y la tranquilidad que necesita.

Es increíble. Desde lo más profundo de mi ser , desde su mundo protector, cada día me enseña algo nuevo. ¡Cuánto me queda por aprender...!

sábado, 11 de octubre de 2008

Un esperado concierto.





Tenía doce años cuando les descubrí, gracias a mi hermana. Ella se había casado, y poco después nació mi primer sobrino. El tiempo libre que me quedaba tras el colegio y los deberes lo dedicaba por completo a cuidarle. Los fines de semana hacía de canguro oficial a jornada completa. Y fué así como un buen día descubrí en su salón un disco de vinilo de un grupo británico llamado Queen. No logro recordar cuántas veces lo escuché, pero sé que lo ponía de principio a fin una y otra vez.


En mi casa no había tocadiscos, éramos una familia modesta. Pero sí teníamos un radiocassete. Así pues, con algunos ahorrillos, empecé a comprar el resto de la discografía que había a la venta en cinta. Cada noche me dormía con sus canciones. Cara A y cara B, de nuevo una y otra vez. Compartí mi aficción y mi descubrimiento con Montse, mi mejor amiga del pueblo. Hasta en el coche de su padre llevábamos siempre puesta la cinta con los Grandes Éxitos de camino al instituto.


Pero un 24 de Noviembre de 1991 una terrible enfermedad puso punto y final a la vida de Freddie Mercury, dos días después de que hubiese anunciado al mundo que padecía SIDA. Con su muerte se iba la ilusión de poder disfrutar de un concierto en directo del grupo. El mejor vocalista masculino de la historia del rock había fallecido tras un amargo sufrimiento.


Freddie Mercury era un todo concentrado en un solo ser. Cantaba, componía, tocaba el piano y la guitarra, en ocasiones, con la banda. Y a todo ello llega gracias a su afán por imitar a su ídolo de juventud, Jimi Hendrix.


Diecisiete años después, el 25 de Octubre, Queen, o mejor dicho, Brian May y Roger Taylor ofrecen un concierto en Madrid, junto a Paul Rodgers como vocalista. Hace un tiempo que tenemos las entradas . Supongo que si no se han agotado estarán a punto de hacerlo. No veré a Freddie, desgraciadamente, y tengo presente el hecho de que Rodgers no se aproximará siquiera a su calidad, a pesar de que tengo entendido que es bueno, al menos la selección fué bastante exhaustiva, por lo que he leído.


No voy con la idea equivocada. Pero sí me apetece ver en acción al dúo restante, me apetece mucho. Espero disfrutar a tope, oir de nuevo sus letras y cantar sus canciones. Es mi homenaje particular a Mercury. Sé que a él le gustará que sigamos disfrutando con su música. Vibrando con ellos en directo. No hay por qué empeñarse en hacer creer que le han buscado un sustituto, porque eso es sencillamente imposible. Y él, allá dónde esté, lo sabe. Lo dejó claro en una de sus últimas canciones: " the show must go on ". Que así sea.

Siempre que la escucho, se me eriza el vello. Sus letras pretendían mostrar al mundo el fatídico desenlace que le esperaba. Y nosotros sin sospecharlo: