lunes, 16 de noviembre de 2009

Cuando nadie te ve.




Otra vez el gran charco de por medio. Miles de kilómetros y horarios contrarios.
Las puertas ya no esconden aunque busquemos, pero la imágen en el recuerdo nos arranca una sonrisa humedecida. Te nombro, una y mil veces a lo largo del día y siempre obtengo una sonora recompensa. Los días se suceden lentos y tediosos. Las noches se vuelven más largas de lo habitual. Yo, aquí estoy, haciendo esperar a Morfeo, mientras te rescato a mi memoria.

domingo, 4 de octubre de 2009

Y llegó el Otoño.


Estamos ya en otoño, corre velozmente el tiempo, pero la climatología está siendo tan generosa que parece que no hayamos despedido el verano. Si hasta voy retrasada con el fondo de armario de invierno de mi princesa. Espero que continúe el solete y no me pille el toro.

El verano ha sido fantástico y muy tranquilo. Hemos dado largos paseos cada día, por la mañana y por la tarde hasta la hora del baño. Cada vez que pienso en el largo invierno que está por llegar, en los días de frío y lluvia, sobretodo esta última, tan engorrosa y deprimente...Menos mal que tenemos la casa llena de bartulos infantiles y podremos matar las horas en las que no estemos en manos de Morfeo. Aunque confieso que disfruto mucho más cuando la tumbo a mi lado en la cama y ambas jugamos sin más accesorios que nuestros propios cuerpos. Canto, le hablo, la "cosquilleo"... y Alba corresponde con su magnífica sonrisa. No siempre son necesarios los juguetes para crear diversión y aprender cosillas.

Mencionaba el buen verano que tuvimos y claro está, ¡un verano sin vacaciones no es verano!, ¿no? En Junio nos fuimos de Spa y repetimos en Julio porque venían unos amigos madrileños a conocer a la princesa. Pero Alba no probó los circuitos ya que todavía era demasiado pequeña. En Agosto nos quedamos en La Coruña, pues mi media costilla tiene mucho curro durante todo el mes, además también recibimos la visita de familiares que tenemos en Houston y Londres. La peque es un gran reclamo...En Septiembre nos fuimos una semanita a Lanzarote, ya sabéis lo que me gusta la isla, así que no lo dudamos y por tercera vez la visitamos. LLevamos a la peque de excursión al Timanfaya y se convirtió en la reina del autobús interpretando su sonoro"ta-ta-ta". Cuánto nos reímos con ella...La playa no le entusiasmó demasiado, aquello de la arena era un poco raro. Prefiere el jacuzzi, se familiarizó enseguida con las burbujas. Creo que desde que nació, fué la semana en que menos durmió, ya que nos daban las doce de la noche y ella quería juerga. Y eso que se bebió litros de . Ahora ya sé que como tanquilizante no funciona...Bueno, quizás no resultó porque al viaje nos acompañó el resto de la familia de mi media costilla, con lo que la princesa iba de brazos en brazos experimentando jueguecitos, cancioncitas y meneítos. En resúmen que llegó a casa " estropeadita" de todo. No entendía aquello de estar durmiendo a las diez. En fin, disfrutó mucho que es lo que cuenta.

La pasada semana estuvimos en Madrid, esta vez fuimos nosotros a ver a nuestros amiguetes. Es decir, que con siete meses ya se ha subido cuatro veces a un avión. Si es que lo lleva en los genes. Ahora toca un poco de tranquilidad, de aburrida, pero necesaria rutina.

Una vez más voy a ser políticamente incorrecta. Está preciosa con su tez morenita. No le ha salido ningún diente, pero le dan mucha lata. Se pasa el día balbuceando y quiere coger todo cuanto vé. Le encanta verse en fotos. Le entusiasma el movil y el portátil, y como no...los espejos, ¡será coqueta como su madre! Y qué decir de las verduras, ¡ay que llantos como me pase con la temperatura del puré y le haga esperar! Este mes también se ha hecho fan del yogur.

Es fantástica, qué voy a deciros yo... y para prueba... un botón. Hasta la próxima, que a este ritmo será dentro de dos meses. Sí, soy un desastre.









sábado, 8 de agosto de 2009

Cinco meses, cinco soles.


Eso es lo que sucede cuando mi pequeña se despierta por la mañana, que, a pesar del verano tan horrendo que tenemos y aunque fuera esté lloviendo, el sol ilumina mi casa. Ha cumplido los cinco mesecillos el pasado 24 y ya es toda una señorita. Hace una semana que comenzamos con la papilla de frutas y le entusiasma, tanto que se enfada cada vez que le separo la cucharita de la boca para llenarsela de nuevo. Sigue con lactancia materna y le sienta fenomenal. Es un momento mágico ciertamente, había leído sobre el vínculo que se establece entre madre e hijo, pero no imaginé que fuese tan especial, tan profundo, soy muy afortunada por ello. Por el día no duerme mucho, ratitos de media hora más o menos. La pediatra nos dice que al ser una niña tan despierta y activa es normal, no quiere perder el tiempo durmiendo, hay tanto que observar... Por la noche suele despertarse dos o tres veces, según tenga hambre o sed, pero son tomas muy cortas, no llega a diez minutos y se vuelve a dormir, más o menos hasta las once de la mañana. ¡Qué suerte!,eh. Es la ventaja que tiene el que se duerma algo tarde, ya que no amanece a las siete de la mañana como otros bebés. Ahora está en una fase fantástica, ha descubierto que tiene orejas, que los dedos de los pies también se pueden chupar, que las manos sirven para sujetar todo aquello que quiere llevarse a la boca...etc, podría seguir pero os aburriría. Pero lo mejor de todo es que se ríe muchísimo y aguanta nuestras monerías todo el día sin rechistar. Los adultos que somos así de pesados... Una sonrisa suya vale un tesoro, ya puedes haber tenido un día horrible y estar de bajón o un tremendo dolor de cabeza, no hay mejor tratamiento para todos tus males que un abracito o una carcajada. Es de acción inmediata y es inócuo. Nunca pensé que se pudiese querer tantísimo a un hijo, es decir, al no haberlo experimentado anteriormente no conocía el alcance real del amor que se les profesa, porque a pesar de lo tremendamente cariñosa que puedo ser con los míos, sobre todo si es recíproco, no hay amor que pueda igualar a éste. A veces, incluso me asusto al pensar en ello, quisiera poder evitar que padeciese cualquier tipo de sufrimiento, pero sé que no es posible. Sobre todo le tengo un temor inconmensurable a la enfermedad. Sé que los que lean esto si son padres me entenderán perfectamente y los que no lo son me llamarán exagerada. Por eso ahora no paro de repetir ¡ cuánto y cómo entiendo a mi madre !
Pero bueno, tengo tanto amor que dar que espero que con ello pueda aliviarle muchas penas. Comparto el método que aconseja Carlos González, un fantástico pediatra que recomienda que los niños han de criarse con amor, cuidarse como antes, pues parece que ahora esto no está de "moda". Como él dice << "malcriar" significa "criar mal" ; es decir, con poco cariño, pocos brazos, poco respeto, pocos mimos. Es imposible malcriar a un niño por hacerle mucho caso, cogerlo mucho en brazos, consolarle mucho cuando llora o jugar mucho con él >>. Esto se lo dedico a todos aquellos que gratuitamente me ofrecen sus consejos de especialistas en métodos educativos, hasta el gorro estoy de : ¡cuidado que se acostumbra, no le cojas en brazos, déjala llorar!,¡tiene mamitis!, ¡uy, ya verás!... Pero qué sabrán algunos de cómo quiero yo educar a mi hija o de lo que a mí me molesta. A mí no me molesta que mi hija me reclame porque necesita mis brazos, todo lo contrario, sería muy duro el saber que tan sólo me necesita para saciar su hambre. Es realmente una pena que algunos no sepan disfutar de ello, que no puedan apreciar el amor más absoluto, puro e incondicional que les regala su bebé.
Como os he tenido abandonados dos meses y pico os dejo la prueba gráfica de cómo ha transcurrido este tiempo y por supuesto de lo guapísima que se mantiene la princesita. No es amor de madre, es la pura realidad, ja! En las tres primeras tiene cuatro meses, las siguientes son de la semana en que cumplió los cinco.
Un besito a todos y hasta la próxima.




















domingo, 17 de mayo de 2009

Un cura muy borde.





Sí, ya sé que nadie me había obligado a bautizar a mi princesa, pero fue una decisión personal y coherente como lo fue en su día casarme por la iglesia. Esta convicción nos llevó a tener que aguantar durante una larga hora las borderías de Don José, cura-párroco sustituto del que tenía que haber oficiado la misa y por diversos motivos estaba ausente. Permaneció durante todo el oficio con el ceño fruncido. Durante la homilía prohibió a nuestra sobrina de trece años que nos sacase fotos, pero lo peor fue el momento del bautismo, pues parece que nadie le ha explicado que esto consiste en mojar breve y suavemente la cabecita del bebé, no en verter litro y medio de agua sobre ella. Claro, en ese instante Alba dormía y con el tremendo susto interpretó la novena sinfonía. A partir de entonces, debido al sueñus interruptus, la peque estuvo todo el día muy irascible.
Pero no todo ha sido malo, pues, nos reunimos toda la familia en el Mirador de San Pedro, entre el cielo y el mar, como reza su eslogan, donde degustamos estos suculentos manjares: Jamón Ibérico, croquetitas de marisco, gambas orly y pulpo á feira como aperitivos. Centolla y cigalas de primero. Lubina al horno y solomillo de ternera gallega (galicia calidade) de segundo y una espectacular Saint Honorette acompañada de helado de vainilla y ensalada de frutas de postre. No tengo fotos de ello pero podeis creerme que estuvo impresionante. Terminamos con Cava y licores (bueno yo me abstuve que soy madre lactante).
Lo que os mostraré son algunas fotitos de la peque como protagonista de su día.





miércoles, 22 de abril de 2009

Sinopsis.

Había comenzado más de una entrada para actualizar este abandonado blog cuando llegué a la conclusión de que lo único que quería contar era esto:










Sin más rodeos y preámbulos, creo que todos sabéis lo que pretendo decir.

jueves, 12 de marzo de 2009

Una imágen vale más...


Así de hermosa está nuestra princesita con 14 días y 3.700gr. Es una muñequita. Poquito a apoco nos vamos adaptando. Ella tiene un intenso trabajo, la vida a este lado del útero no es tan sencilla como en su interior. Yo no puedo más que admirarla doblemente, observándoloa sin cesar y considerando que siendo tan chiquitita es una valiente. Por mi parte, estoy aprendiendo a ser madre y debo reconocer que a veces se me hace cuesta arriba porque creo que no lo hago todo lo bien que debiera y si pienso sólo durante un minuto que por algún fallo cometido pueda causarle algún daño evitable...Tengo un miedo enorme a no saber ofrecerle la protección necesaria. Como he dicho tan sólo tiene 14 días y ya ha comenzado a padecer los temidos cólicos del lactante. Y a mí se me parte el corazón al oir su llanto y la impotencia me corroe porque no puedo remediarlos. Supongo que esto que siento es normal y que la experiencia del día a día conseguirá que me endurezca un poco, es decir, que tengo que asumir que no puedo introducirla en una burbuja protectora que la libere de todos los males, una, porque es utópico y dos , porque tampoco sería lo más acertado. Pero el amor de madre es lo que tiene. Ahora duerme. Todavía no tiene los ciclos de sueño y vigilia establecidos. Por el momento se despierta frecuentemente y muy hambrienta. Eso de cada tres horas todavía no ha llegado. La pediatra me dice que es normal y que hasta que cumpla un mesecillo más o menos la cosa continuará así. Estoy algo cansada, pero no me importa nadita, debo decirlo, son las horas nocturnas en vela mejor empleadas. Por el día se lleva mucho mejor, claro está. Además esta semana la climatología se está portando bien y salimos a dar paseíllos durante las horas centrales para aprovechar el solete. Todavía no he podido ponerme al día con vuestros blogs, es más, no había encendido el ordenador desde mi último post, ni siquiera leo el correo. En cuanto se estabilice un poquito más la situación lo haré, no penséis que me he olvidado de vosotros, os recompensaré. Espero que podáis comprenderme y perdonarme, pero estoy sumergida en el mundo de los pañales, que por cierto, son carísimos y no duran nada. Y menos mal que no hay que lavarlos como antaño...
En fin, termino ya por hoy, que mi bichito está ronroneando y quiere comer y por supuesto no le haré esperar por alargar más mi entrada, así que un saludito y hasta la próxima.

martes, 3 de marzo de 2009

Al parecer la pera no estaba tan verde...



Hoy hace exáctamente una semana. El pasado martes, 24 de Febrero, martes de Carnaval, nuestra princesa llamó a la puerta de madrugada. El día anterior el registro de la monitorización confirmaba que el evento no se produciría por el momento. Sin embargo, a las 6:30 am se produjo el comienzo de lo que después sería el acontecimiento más intenso y maravilloso que hemos vivido. Reconozco que estaba asustada y nerviosa, lo había manifestado en mis entradas anteriores, pero éste miedo era un miedo distinto. La compañía y el apoyo de mi media costilla fué fundamental, me ayudó muchísimo, aún no sé si él sabe cuánto. Lo que yo sí sé es que sin él a mi lado nada habría sido lo mismo. A la 8: 30 nos fuimos a la clínica. A las 11:40 Alba llegaba al mundo llena de energía, con un peso de 3.550 gr y 48 cm de longitud. Recordaré su primer llanto de vida por siempre. Todavía me emociono. En su primer exámen, el test de Apgar, le pusieron un 10. Si es que yo ya sabía que sería una niña muy lista...Tendríais que ver lo despierta que estaba con tan solo una horita de vida. Nos tuvo a todos ensimismados. Bueno, nos sigue teniendo absortos las 24 horas, creo que estaremos así mucho, mucho tiempo. Pasan los días y no me canso de contemplarla, no he hallado mejor entretenimiento que éste. Y es que no estará bien que yo lo diga, pero es que es una preciosidad. Sencillamente es nuestro tesoro, nuestro mejor regalo. Soy muy afortunada por poder dedicarle todo mi tiempo y aunque los días tendrían que tener 48 horas, tengo que decir que es el mejor trabajo que una puede desempeñar. Desde luego es enormemente gratificante.


Quiero compartir con vosotros mi felicidad, así que os muestro algunas imágenes de sus primeros días. Juzgad vosotros mismos. ¿Puede haber algo mejor en esta vida?








domingo, 22 de febrero de 2009

Más verde que una pera...



Me lo ha dicho el ginecólogo el pasado miércoles. Así que aquí sigo en una expectante espera. Yo le dije que, al menos en mi cocina, las peras maduran de un día para otro. Me encuentro terriblemente agotada. El insomnio más absoluto se ha adueñado de mis noches. Ciertamente creo que he perdido la capacidad de dormir y es algo que me desespera...porque después no podré hacerlo con la paz que podría tener ahora. Pero mi subconsciente no entiende de razonamientos lógicos. Y lo he asumido sin rechistar. Mañana me haré otra monitorización, aunque no creo que me digan nada nuevo. Alba se mueve mucho todavía y eso parece indicar que, de momento, no ha decidido ponerse en marcha. Yo le digo, que no sería mala idea esperar al día 3, que para eso se establecen fechas probables, que sigue haciendo frío por aquí fuera, por lo que no debe fiarse de que haga solete. Además, estamos en Carnaval y hay demasiado ruido y jolgorio para venir a este mundo y su madre se ha portado tan bien durante todo el proceso que merece degustar el lacón con grelos y las filloas con total tranquilidad. ¿La convencerán mis argumentos? Por si acaso, lo tengo todo preparadito por si tengo que salir corriendo, bueno creo que este no es el verbo adecuado, mal me veo como tuviese que correr. Me refiero a los preparativos materiales, los mentales son tema a parte y mejor no los detallo de nuevo.

Ésta es la sinopsis de mis últimos días. Hoy domingo, me espera otra batalla de horas centrada en el descanso recomendado. Pero estoy bien, amigos, verde como una pera y aburrida como una ostra, pero bien. Al menos aprovecharé para ponerme al día con vuestros blogs...

lunes, 2 de febrero de 2009

Últimos cartuchos.




Quemando los últimos cartuchos. En esa situación me encuentro. Cuatro semanitas, plazo máximo estipulado para el día D. Y quién sabe si no se produce con anterioridad. Mi abdomen parece una termomix en contínuo funcionamiento. Y es fantástico, salvo cuando con sus maravillosas pataditas me deja sin respiración. Las noches son lo más duro. Ya no consigo dormir bien, lo que es normal, puesto que tan sólo me encuentro relativamente cómoda de lado y para eso cambiando de izquierda a derecha, y viceversa, cada poco. Pero lo que no consigo controlar es mi mente. La preocupación se hace más intensa cada día que pasa. Sé que todo va bien, pero no estaré tranquila hasta que lo pueda ver con mis propios ojos. Es más, creo que ya nunca más volveré a estar tranquila del todo. Temo no estar a la altura, temo no hacerlo bien. Y no me refiero al momento parto. Voy a traer a una personita a este mundo y debo enseñarle a caminar por un sendero en el que yo misma tropiezo una y mil veces. Harto complicado me parece esta tarea y toda una responsabilidad. Supongo que estas dudas existenciales las han sufrido en alguna ocasión las primíparas. Y han salido adelante. Entiendo que es aquí cuando entra en juego el llamado instinto maternal, que consigue que resuelvas los distintos problemillas que puedan surgir, cuando no sabrías cómo hacerlo. Me asusta también el darme cuenta de que ha cambiando mi modo de ver las cosas. He dejado de quererme incondicionalmente, por decirlo de algún modo. He establecido otras prioridades: mi hija y mi marido. Quizá no sea del todo malo, creo que me he desprendido de unos cuantos kilos de egoismo personal. Mi meta será conseguir que mis dos pilares se encuentren bien. Entonces yo también lo estaré. Ahora me doy cuenta que una gestación no necesita nueve meses para la formación del feto exclusivamente. Son muy necesarios para la preparación, a todos los niveles, de la futura madre y del futuro padre. Nunca he hablado de los sentimientos contradictorios de los futuros papis, supongo que no podría describirlos tan bien como los míos, pero también "sufren" lo suyo. Y casi nunca se lo reconocemos. También les invade el miedo y el desasosiego a raudales.

En fin, día a día, pasito a pasito, iremos sorteando obstáculos y solucionando enredos. Y seguro que también nos reiremos mucho, de las situaciones y de nosotros mismos.

Será un placer reir contigo, papi.

martes, 20 de enero de 2009

Mi pequeña y mis apurillos.




Siguiendo con el empalagoso instinto maternal, aquí os dejo una nueva muestra en vídeo de nuestra pequeña con treinta y tres semanas y cuatro días de vida.
En esta ocasión la peque se portó muy bien adoptando una actitud graciosa y burlona.
¡Tiene una lengua larguísima!
Se encuentra estupendamente, flotando en su burbuja de líquido amniótico. Ya ha alcanzado los 2 kg. de peso. Hemos firmado un contrato privado. Le permito que aumente hasta los 3 kg., y tendrá compensación si se queda en 2,8 kg. Ponéos en mi lugar chicas, llegado el momento, mejor que no sea demasiado grandota, no?... Lo sé. lo sé, no puedo dejar que me venza el miedito...
En otro órden de cosas, ayer recibimos el trío de capazo, silla y grupo 0. Precioso en color rojo frambuesa,¡qué pijo! Y lo mejor: ¡viene desmontado! Qué sorpresa tan agradable, ha surgido de nuevo en mi rostro la imágen de "El Grito". Tiene que ser un error, no lo he comprado en Ikea y nos ha costado una pasta... ¿cómo va a venir desmontado el chasis? Pues sí, queridos amigos así es, pero viene con un manual de instrucciones muy explicativo, de esos de "sigue el montaje a través de las fotos", es decir mejor, uso la lógica, de lo contrario, estoy "apañá".
Y claro, la cunita también habrá que montarla... ¿alguien sabe el móvil del hombre de bricomanía? Es que a mí estas manualidades nunca me han atraído mucho, yo soy más de: ¡aquí tiene, está listo! Qué pereza, si yo ya no estoy para estas cosas... quizá echando un poco de cuento, funcione. Ah, que no? Bueno, tenía que intentarlo. De todos modos, si hay algún voluntario/a que quiera dedicar su tiempo libre a una buena obra que se ponga en contacto a través de la plataforma "embarazadas en apuros logísticos".
Mientras tanto, voy a seguir descifrando el manual...

miércoles, 14 de enero de 2009

Los tiempos cambian... demasiado.

Lo reconozco. Estoy vaga, pero que muy vaga. Ésa es la razón por la que tengo el blog tan descuidado, que ni actualizo ni estoy al día sobre vuestras actualizaciones. Y no puede ser. He hecho exámen de conciencia y he dicho que de hoy no pasa. Así que, aquí estoy de nuevo. Pero tengo una buena justificación para este pecado cometido. Y es que la temática generalizada de las páginas web que absorben el tiempo que le dedico a la red se centra en los bebés y su mundo ( cuán complicado mundo, por Dios). A mes y medio, más o menos, vista todavía no he comprado alguno de los imprescindibles y necesarios artilugios. Mejor dicho, tan sólo hemos comprado el kit de paseo, que ya supuso un gran alivio saber que lo tenían en stock, pues, la lista de espera presagiaba una espera de meses. Pero nos falta algo tan importante como la cunita y la bañera, que digo yo, que en algún sitio acogedor tendrá que dormir la peque y tendrá que bañarse a diario y como el plato de ducha y el fregadero están descartados, pues, urge la solución. Lo que no sabía es que todas estas compras se hacen bajo pedido, nada de llegar y llenar el maletero del coche, con lo sencillo que resultaría. ¿Y qué me decís de los prácticos intercomunicadores que harán del día a día el summum de la tranquilidad? Ya os lo digo yo: ¡un máster! hay que hacer para saber cuál es el más apropiado, pues, cuando parece que te has decidido por uno, casualmente, te encuentras con opiniones de usuarios que lo desaconsejan abiertamente, que más que tranquilidad lo que te proporcionará es desesperación a causa de las interferencias que provoca. En fin, que espero zanjar estos asuntillos cuanto antes. Quiero que el día en que Alba llegue esté todo preparado para recibirla ( con pancarta de "Wellcome" incluída, que hay que comenzar ya con la enseñanza de idiomas alternativos ), porque, creédme, si ahora me miro al espejo no es mi rostro el que percibo en el reflejo, sino "El Grito" de Munch.

Y pienso en mi madre. Ayyy, si me oye... Ella, mujer valiente, que ha alumbrado a seis vástagos, cinco de ellos con la única ayuda de mi padre. Yo, al ser la renacuaja disfruté de muchas ventajas, entre ellas, venir al mundo en un hospital. Se ríe ella de mis temores y desasosiegos, cuando la única epidural que conoce es contar hasta cuarenta... Si es que echando cuentas calculo que ha estado embarazada durante 1.680 días de su vida. Casi nada...¡Cómo han cambiado los tiempos! Afortunadamente han mejorado mucho. Respeto a las mujeres que deciden dar a luz como antaño, de un modo totalmente "natural" . Pero me alegra saber que hoy en día puedo decidir, dentro de lo que cabe, como deseo que nazca mi hija y estoy encantada de que me proporcionen una anestesia que elimine mi dolor si así lo solicito. Yo no he nacido para sufrir irremediablemente. No, si lo puedo evitar. Y consideraré mi parto igualmente emocionante, aunque sea por cesárea. Esto es para mí lo "natural". Y bueno, que no puedo entretenerme más con este post que tengo que seguir ojeando catálogos de minicunas, a ver si me decido de una vez....

viernes, 2 de enero de 2009

2009.

Aquí estamos, comenzando un año más a tachar días de un nuevo calendario. Para el 2009 no tengo propósitos especiales. Reconocidos "expertos" auguran que será durísimo con esto de la crisis que nos envuelve a todos y probablemente así será. Quizá más de una vez se nos escapen horas de sueño y tengamos pensamientos recurrentes buscando alguna solución para que no nos afecte demasiado. Pero yo no quiero pensar en el 2009 de ese modo. Es más, puedo asegurar que será un año maravilloso, pues, estaré protegida por el mejor plan de inversión que se pueda tener: el nacimiento de mi hija Alba. Ya no falta mucho para que esto se produzca, un par de meses, incluso algo menos. Y a pesar del temor que le tengo al día "D", deseo ansiosamente que llegue. No puedo saber qué sucederá después, pero tampoco voy a sucumbir al desasosiego y aventurarme a adivinarlo. No lo pretendo. Sus ojitos, como dos luceros, iluminarán mi sendero y me guiarán por el camino correcto. Si algo tengo claro es que mi niña me enseñará a mí mucho más que yo a ella. Por ello, mi propósito, mis aspiraciones, se resumen, simplemente, en disfrutar y aprovechar cada día que se nos regala. Tengo una familia maravillosa que goza de buena salud y sé que me adora, un marido al que nunca califico como tal porque creo que ese calificativo no lo describe como se merece, es mi compañero, mi apoyo, mi consejero, mi complemento... al que amo como nunca imaginé que se podía amar. Si algo deseo es que Alba herede su gran corazón y su generosidad. Tengo amigos que me aprecian y me apoyan. Como decía Rosalía en uno de sus Cantares Gallegos: " Teño en fin canto ben quero, quén puidera non o deixar ".
Así que, no pido más de lo que tengo, pues, poseo un gran tesoro de incalculable valor. Por supuesto que disfrutaría mucho más gozando de una bollante economía, es utópico pensar que el dinero no es importante. Lo es, además de imprescindible y cada día más, pero siempre como complemento a lo que tenemos. Pero sucede lo de siempre, lo colocamos en el primer escalón de la pirámide de nuestras necesidades y nos olvidamos que ese escalón debe estar compartido, en mi caso, por todo lo que he mencionado anteriormente.
¿ Dinero a cambio de anemia afectiva? No, gracias.



El orden llegará.