domingo, 4 de octubre de 2009

Y llegó el Otoño.


Estamos ya en otoño, corre velozmente el tiempo, pero la climatología está siendo tan generosa que parece que no hayamos despedido el verano. Si hasta voy retrasada con el fondo de armario de invierno de mi princesa. Espero que continúe el solete y no me pille el toro.

El verano ha sido fantástico y muy tranquilo. Hemos dado largos paseos cada día, por la mañana y por la tarde hasta la hora del baño. Cada vez que pienso en el largo invierno que está por llegar, en los días de frío y lluvia, sobretodo esta última, tan engorrosa y deprimente...Menos mal que tenemos la casa llena de bartulos infantiles y podremos matar las horas en las que no estemos en manos de Morfeo. Aunque confieso que disfruto mucho más cuando la tumbo a mi lado en la cama y ambas jugamos sin más accesorios que nuestros propios cuerpos. Canto, le hablo, la "cosquilleo"... y Alba corresponde con su magnífica sonrisa. No siempre son necesarios los juguetes para crear diversión y aprender cosillas.

Mencionaba el buen verano que tuvimos y claro está, ¡un verano sin vacaciones no es verano!, ¿no? En Junio nos fuimos de Spa y repetimos en Julio porque venían unos amigos madrileños a conocer a la princesa. Pero Alba no probó los circuitos ya que todavía era demasiado pequeña. En Agosto nos quedamos en La Coruña, pues mi media costilla tiene mucho curro durante todo el mes, además también recibimos la visita de familiares que tenemos en Houston y Londres. La peque es un gran reclamo...En Septiembre nos fuimos una semanita a Lanzarote, ya sabéis lo que me gusta la isla, así que no lo dudamos y por tercera vez la visitamos. LLevamos a la peque de excursión al Timanfaya y se convirtió en la reina del autobús interpretando su sonoro"ta-ta-ta". Cuánto nos reímos con ella...La playa no le entusiasmó demasiado, aquello de la arena era un poco raro. Prefiere el jacuzzi, se familiarizó enseguida con las burbujas. Creo que desde que nació, fué la semana en que menos durmió, ya que nos daban las doce de la noche y ella quería juerga. Y eso que se bebió litros de . Ahora ya sé que como tanquilizante no funciona...Bueno, quizás no resultó porque al viaje nos acompañó el resto de la familia de mi media costilla, con lo que la princesa iba de brazos en brazos experimentando jueguecitos, cancioncitas y meneítos. En resúmen que llegó a casa " estropeadita" de todo. No entendía aquello de estar durmiendo a las diez. En fin, disfrutó mucho que es lo que cuenta.

La pasada semana estuvimos en Madrid, esta vez fuimos nosotros a ver a nuestros amiguetes. Es decir, que con siete meses ya se ha subido cuatro veces a un avión. Si es que lo lleva en los genes. Ahora toca un poco de tranquilidad, de aburrida, pero necesaria rutina.

Una vez más voy a ser políticamente incorrecta. Está preciosa con su tez morenita. No le ha salido ningún diente, pero le dan mucha lata. Se pasa el día balbuceando y quiere coger todo cuanto vé. Le encanta verse en fotos. Le entusiasma el movil y el portátil, y como no...los espejos, ¡será coqueta como su madre! Y qué decir de las verduras, ¡ay que llantos como me pase con la temperatura del puré y le haga esperar! Este mes también se ha hecho fan del yogur.

Es fantástica, qué voy a deciros yo... y para prueba... un botón. Hasta la próxima, que a este ritmo será dentro de dos meses. Sí, soy un desastre.