jueves, 21 de enero de 2010

Nuevo año. Nuevos propósitos.

Tranquilos, no voy a dedicar este post a enumerar mis propósitos para el 201o. A estas alturas y después de tanto tiempo alejada del teclado, dudo que haya alguien interesado en leer mis absurdos. Escribo sólo por escribir, como el que habla por hablar, porque me sienta bien y me desahoga. No tengo un opuesto que me cohorte, escribiendo puede una expresar todo aquello que desea decir sin otro límite que el propio establecido.


Mis anterores entradas, que no han sido muchas, se han centrado en describir como va creciendo mi princesa y en cierto modo es lógico, pues si este blog trataba de pensamientos, Alba es el epicentro de todos ellos y negarlo sería estúpido. Supongo que no será tan anormal que así sea, cuando una mujer se convierte en madre extravía su identidad durante algún tiempo. Posteriormente se recupera; eso dicen, pues, en mi caso no ha sucedido aún. Pero tampoco me importa, porque la vida me está enseñando mucho últimamente, ya no necesito tanto.


Así que, también ahora os contaré algo de Alba. En este preciso momento está en pleno descanso pre-puré. Necesita dormir antes de comer, siempre, salvo que se despierte muy tarde, pero lo habitual es que amanezca alrededor de las diez y sobre las doce y media se entrega a Morfeo. Luego comerá, jugará un rato y reclamará su siesta de nuevo. Si por alguna causa no puede satisfacer su somnolencia, el resto del día será caótico, así que en invierno nos queda muy poquito tiempo para pasear, puesto que ella quiere dormir en su cama en silencio, no por la calle, además, la climatología tampoco nos ayuda nada. Por la tarde cuando salimos ya está oscuro, pero a ella no le importa, hay un montón de luces con las que entretenerse.


Sus aficiones diarias son diversas: su ratito de visionado de dvds varios es sagrado, se olvida de pestañear si le pongo el tubibaby o el cantajuego. Ahora que ha perfeccionado el gateo, se recorre el salón de esquina a esquina, sorteando sus innumerables juguetillos, desperdigados por doquier, claro está que donde esté una mandarina que mordisquear, una zapatilla que rechupetear o un frasquito vacío de Actimel para soplar en su interior, que desaparezca el resto. Bueno, también le divierte un montón una mesita de actividades de fisher price que papi y mami le pidieron a SS. Majestades para ella.


Y que os voy a comentar de sus soliloquios, ya he grabado unos cuantos vídeos. Y está en su mejor momento, pues ha descubierto que sus cuerdas vocales tienen un sinfín de posibilidades. Aunque lo mejor de todo es como ya imaginaréis, cuando dice "mamá". Siempre lo pronuncia al despertarse, así que mis días siempre comienzan estupendamente, porque no me canso de oirlo. También es su llamada de auxilio, puesto que le ha cogido el gusto a deslizar su cuerpecito, hasta los brazos, por debajo del parque de juegos, pero después no logra salir, entonces me reclama para que le ayude. Es tremendamente pilla. Una pilla muy divertida que pronto cumplirá un añito. Ya le hemos enseñado a decirlo con su dedito. Tiene que estar preparada para cuando su interminable familia comience a preguntarle la edad. Y qué monos son los peques, en lugar de mandarnos a paseo por ser tan pesados, nos responden sin titubear.
Así pues, podéis apreciar que nuestro día a día es muy entretenido. Esto de ser madre, después de los quebraderos de cabeza y el temor omnipresente..., resulta no ser tan complicado, al menos si te satisface lo que haces. Tan solo has de seguir la pauta que marca tu propio sentido común, que viene a ser algo así como el instinto maternal. Y por supuesto, hacer oídos sordos a todos aquellos " sabios " consejos que te regalan una y otra vez sin haberlos pedido y dejar de lado las comparaciones, porque ya lo dice el refrán, son odiosas.
Sintetizando, el 2009 ha transcurrido a velocidad de vértigo, casi sin darme cuenta. Por lo que conlleva siempre lo recordaré como el mejor. El año en que uno y uno somos tres. Y trataré de enterrar un par de decepciones que me he llevado para que no enturbien mi felicidad. Porque siempre hay una de cal y una de arena. Por ello, mi deseo para el 2010 es muy sencillo. Ojalá que siempre llueva a gusto de todos.
Besiños y hasta pronto.
He aquí unas imágenes de la reina de la casa: