
Esta mañana ojeando la prensa digital me he topado con esta noticia en La Voz de Galicia:
Llegan a Galicia los «emos», una tribu urbana de jóvenes tristes .
Son chicos de entre 12 y 17 años, con largos flequillos que caen sobre sus ojos para cubrirse del mundo.
Se trata de personas pesimistas e introvertidas que se muestran emocionalmente inestables.Tal vez los ha visto por la calle. O en algún programa de televisión. Llevan el cabello sobre el rostro para ocultarse de una sociedad que los margina, aunque ellos aseguran que su flequillo «es una cortina para el mundo». Visten con prendas ajustadas que resaltan su extrema delgadez. Son los emos, una tribu urbana surgida de los movimientos hardcore y punk de los años ochenta y que ahora llega a Galicia.
La palabra emo se deriva del término inglés emotional. El movimiento como tal empezó a lograr adeptos en Estados Unidos de la mano de grupos musicales como Bad Religion o Minor ?Threat. La tendencia actual se deriva de la mezcla de varios géneros musicales: el punk, el grunge , el pop y el rock alternativo.
Muchas de las tribus urbanas que existen actualmente se originan en países desarrollados en los que predomina la desintegración familiar, luego se expanden como una moda, generalmente por Internet, y son imitados por chicos que carecen de identidad o que buscan un modelo de conducta a seguir para sentirse parte de un grupo.
Según Héctor Castillo, investigador sobre temas de la juventud de la Universidad Nacional Autónoma de México, «el movimiento emo es una de las corrientes más jóvenes que existen, agrupa chicos de entre 12 y 17 años que se dejan cierto look pesimista e introvertido, se muestran emocionalmente inestables y tienden a deprimirse».
A diferencia de otras tribus urbanas que utilizan prendas de vestir en tallas muy grandes, tal es el caso de los skaters o los raperos, el movimiento emo opta por prendas entalladas, pantalones ajustados, camisetas de una o dos tallas menos. Los colores que más utilizan son el blanco y el negro, en líneas horizontales.
Depresión y suicidio.
Una de las principales características del emo es su tendencia a la depresión. En mayo de este año, trascendió la muerte de Hannah Bond, una adolescente inglesa de 13 años de edad que formaba parte de la corriente emo. Antes de colgarse de una litera en su habitación, la joven había comunicado a sus padres su deseo de matarse. La investigación sobre el suicidio sacó a la luz que Hannah chateaba en secreto con otros emos y les contaba su deseo de morir. La joven, que acostumbraba a vestir de negro, ya se había cortado las muñecas con anterioridad.
Pese a que en Internet es fácil identificar emos en España, en Galicia el movimiento apenas se ha dejado sentir. En los foros de seguidores de la nueva tendencia es común encontrarse con algunos adolescentes gallegos que se sienten parte de esta tribu urbana.
Una viguesa que se autoproclama emogirl, asegura que «en Galicia no hay muchos emos todavía porque la sociedad es más crítica con ellos; hay algunos que sí lo son, pero nos les gusta demostrarlo».
Los emos se ven afectados por la insatisfacción, por lo que tienden a deprimirse. Son rebeldes y urbanos, pero se alejan de la violencia: «No queremos pelear, ni fastidiar a nadie, solo buscamos un lugar propio en el mundo, que no nos molesten y que nos dejen vivir en paz», asegura el coruñés Guillermo.
«Ser así mola un montón, aunque mucha gente nos mire raro cuando vamos por la calle».
Pat tiene 16 años y es de Vigo. Se confiesa emo «de toda la vida» y asegura que para ella esto no es una moda. «Me molesta que no nos tomen en serio, porque existimos y no somos solo una pose, somos reales», afirma enérgica, y agrega: «Además de la ropa hay otras cosas que nos caracterizan, como la música y la forma de pensar».
«Soy emo desde hace tiempo, aunque a los 13 años comencé a rebelarme», continúa Pat, quien asegura que sus padres dejan que sea lo que ella quiera aunque en verano siempre se tienen que «aguantar» y vestir «como a ellos les gusta, porque son un poco pijos».
Los emos buscan alejarse de la violencia, pero están decepcionados de la vida «porque pasan muchas cosas malas que no podemos evitar», asegura Pat.
Para emogirl, vecina de A Coruña de 14 años, «esto de ser emo mola un montón». «Somos diferentes y nos distinguimos de los demás grupos, aunque nos miran raro cuando vamos por la calle, sobre todo las personas mayores», afirma emogirl.
«Nuestro fleco es una cortina para el mundo», asegura Guillermo, de 16 años, quien es emo «por convicción propia» y no se deja influenciar por el estilo gótico, como muchos piensan.
Otra característica de los emos es su maquillaje. «Yo normalmente me maquillo la cara un poco y los labios para que se vean pálidos, los párpados los llevo negros y me doy un poco de maquillaje bajo los ojos para que parezcan ojeras», afirma Guillermo, quien se queja de que no los respetan y deben «aguantar las burlas de los demás».
Pese a que se sienten continuamente deprimidos, no han pensado en hacerse daño, como sucede con emos de otros países. «Eso de cortarse es un mito. No necesariamente tenemos que cortarnos, eso sería , como entender que todos los raperos fuman porros. Ser emo no es hacerse daño ni sufrir por todo», afirma Pat.
Guillermo comenta que solo llegó a lesionarse en una ocasión. «Fue por una ex, pero pienso que no vale la pena cortarse, no lo haría otra vez porque en esta vida todavía hay cosas que valen la pena como ser emo o tener amigos», concluye.
******Sencillamente me ha dejado sin palabras....