martes, 22 de julio de 2008

Jamón, jamón...



-A partir de ahora debes cuidar tu alimentación. No tomes verduras poco hechas o crudas, la fruta has de lavarla escrupulosamente y las ensaladas...tómalas en casa. Ah!, y olvídate de los embutidos, ya sabes, por lo de la toxoplasmosis. No conviene que te arriesgues. Puedes tomar sin problema queso, pavo o jamón cocido.

Éstas fueron las recomendaciones de mi farmacéutica de confianza en cuánto supo que estaba embarazada. Posteriormente, mi ginecólogo las ratificó.

Desde entonces, no hago más que pensar en comerme un buen plato de jamón ibérico....!

Me parezco a aquel fantasma de Ghost que se enfrentaba a Patrick Swayze en el metro y que al romper el expendedor de tabaco de un golpe y verse rodeado de cajetillas decía: "Lo que daría yo por una caladita...."

Cuando pienso en qué me apetece comer, lo primero que aparece en mi mente, son los huevos con jamón que preparan en La Dehesa.

Hoy comienza el Mercado Medieval en la Ciudad Vieja, y tengo que olvidarme de las exquisitas tablas ibéricas de La Leonesa...

Puede parecer obsesivo, y sabemos que lo prohibido llama más nuestra atención, pero entendedme, yo no estaba preparada para esa recomendación. Soy madre primeriza y lo de la toxoplasmosis me sonaba a chino... y adoro el jamón ibérico!

Me queda el consuelo de poder consumir queso en sus múltiples variedades, una, porque también me entusiasma y, dos, porque mis niveles de colesterol me lo permiten.

Así que, así estoy, intentando asumir la inevitable ruptura entre el codiciado embutido y yo, al menos durante nueve meses.

7 comentarios:

nitinho dijo...

¡Coño! Pero entonces, eso de los antojos, ¿para qué vale? ¿O sólo es una leyenda urbana? Se supone que nos hacéis levantar a las tantas para que vayamos a OpenCor a buscar alguna lambonada, ¿no? Para ir a buscar verdura y fruta, no sé yo qué tiene eso de antojo...

En fin, Anai, lo principal es que todo vaya bien, que aunque haya que hacer un pequeño esfuerzo: merecerá la pena. Aunque dime la verdad: ¿del marisco dijo algo, la farmacéutica? Porque un centollo de Loliña, o un pequeño ejercicio de manualidades (patas) en d'Larexo no parecen mal sustituto del ibérico, no. O un tronco de chocolate en el Artabria, o un homenaje en el Monte de San Pedro...

Nada, que no conseguiste darme pena con el post. ;-)

¡¡Un bk!!

* Anai * dijo...

Anda que... ten amigos para esto, en lugar de compadecerte de mí, nitinho...Hoy comí en el Monte y a tu gran amigo Carlos se le ocurrió pedir una de jamoncito, ¡y no lo probé!, apenas lo miré, para evitar tentaciones. Como una campeona.
Y en cuanto a lo del marisquito, por supuesto que puedo ponerme las botas, ya lo hago. Tengo que compensar otros malestares que vienen añadidos. Además, si los como en Carril, en O Grove o en algún otro restaurante de por aquí que tú mencionas, la satisfacción es plena. Pero has de saber que de tronco de chocolate "ná de ná", lo reservaré para otra ocasión que todavía está pendiente...
Besos de una embarazada en apuros gastronómicos. ;-)

nitinho dijo...

Así me gusta, resistiendo las tentaciones, que son mu malas... Pero insisto en lo dicho: pena, lo que se dice pena, por esto del jamón ná de ná, que ya veo que lo sustituyes perfectamente. Mira yo, que tampoco puedo comer ibérico y no es por estar embarazado, ¡es que no puedo pagarlo!

Pero claro, siempre hubo clases y clases, en Coruña...

;-))))))))

¡¡Otro bk!! (y ya me contarás cuándo llega esa ocasión pendiente... es que ese tronco de choco no merece ningún retraso, ¿eh?)

Perséfone dijo...

Jajajaja pobrecita mía...

Dicen que el que no se consuela es porque no quiere, así que piensa en lo bien que te va a saber ese platazo de jamón que te vas a meter entre pecho y espalda nada más dar a luz.

De hecho ese sería un buen regalo. Que se dejen de patucos y gorritos de lana y te lleven al hospital una buena PATA DE JAMÓN. Ya te estoy viendo en la habitación, con el cuchillo jamonero en la mano jajaja

Dejalo caer por ahí, a ver si cuela. Si no te puedes aprovechar de los antojos, aprovechate de lo que viene después, ea.

Y mientras tanto eso, a comer queso. Que bien rico que está también.

¡Ánimo, campeona! Que no se diga...

nitinho dijo...

Apoyo la moción, Perse: ¡basta ya de ramos de flores y patucos! Si hasta me da hambre a mí ir a ver a un recién nacido y a su madre al hospital, me imagino a la que acaba de dar a luz. Así que cuando nazca vuestr@ niñ@, Anaí... ¡cuenta con pata negra en lugar de bombones!

Pero para compartir, ¿eh? Que nosotros no parimos, pero también tenemos antojos, que conste.

;-))))))))

¡¡Bss a las dos!!

* Anai * dijo...

Cambio los bombones, gorros, patucos y baberitos, pero bajo ningún concepto cambio las flores. Quiero cientos, miles.... de lo contrario mi ansiedad aumentaría considerablemente y no podría resistirlo. Menos mal que no soy alérgica. Queda dicho. Muchas flores.

C B dijo...

En este día tan especial para tí sólo me queda desearte que el roce de la felicidad perdure en tu vida y en la de los tuyos.
Es un orgullo poder disfrutar de tu amistad.
Un beso.