martes, 2 de septiembre de 2008

El gen de la infidelidad.




La culpa de los cuernos la tiene un gen.


Científicos suecos descubren un gen vinculado a la infidelidad masculina.


Ahora parece ser que la culpa de la infidelidad de los hombres la va a tener un gen, el alelo 334, que gestiona la vasopresina, una hormona que se reproduce naturalmente, por ejemplo, con los orgasmos, según un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo.
De ahí que los hombres dotados de esta variante del gen sean peligrosos para una relación estable -algunos y algunas ya lo sabían por experiencia-, pero ahora lo ha constatado el estudio de los científicos suecos, difundido hoy.
Si los cuernos siempre han tenido excusas, a partir de ahora hay una que cuela: «Cariño, la culpa la tiene el alelo».
Y es que el alelo 334 se encarga del receptor de la arginina vasopresina, que es una hormona básica y que está presente en el cerebro de la mayoría de los mamíferos, según esta investigación.
El descubrimiento radica en que «es la primera vez que se asocia la variante de un gen específico con la manera en que los hombres se comprometen con sus parejas», explica Hasse Walum, del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Karolinska y uno de los responsables de la investigación.
El análisis se llevó a cabo durante al menos cinco años con parejas heterosexuales -más de 1.000, de las cuales 550 eran gemelos- que confesaron en test psicológicos si se sentían felices, cómo era su convivencia, si reían o besaban a menudo y sobre el futuro de su relación.
Y el resultado fue que los hombres con el alelo 334 -dos de cada cinco en este estudio- afirmaron tener lazos menos fuertes con sus esposas y, además, éstas reconocieron que se sentían menos satisfechas con sus cónyuges que las que se casaron con hombres sin esta variante genética.
Se dá la circunstancia -revelada por el estudio- de que los hombres «dotados» con dos copias del alelo 334 han tenido en su vida más crisis de pareja y sus esposas afirmaron que están más insatisfechas.
Walum indicó que la influencia de los niveles de la hormona vasopresina y las relaciones sociales es «modesta» e insuficiente para predecir de forma exacta el comportamiento futuro de un hombre en una relación de pareja, ya que ahí intervienen otros factores socioculturales.
Los hombres con el alelo 334 «no significa necesariamente que esté menos capacitados para el amor, sino que se trata más bien de una limitación en la capacidad social», matizó Wallum.
Aunque, según el científico, esto no equivale a estar «condenado» a fracasar en una relación de pareja, pero sí a que aumente la probabilidad de que ocurra y de que sea más infiel.
La investigación sobre la promiscuidad masculina comenzó con un estudio sobre el comportamiento de los ratones de campo machos, que son monógamos según sea la recepción de la vasopresina en su cerebro. El receptor de esta hormona está conectado con el sistema de recompensas del cerebro, de modo que se muestran un estado positivo cada vez que tratan con una ratón hembra de campo y se aparean.
Esto que les pasa a estos ratones se parece mucho a los hombres, pero según los científicos del Karolinska -donde cada año se elige el ganador del Nobel de Medicina- es tan sólo un especulación.
Este hallazgo, más allá de excusar a los hombres infieles, se prevé que servirá en un futuro para ayudar en la investigación de patologías caracterizadas por presentar dificultades en las relaciones sociales como el autismo o la fobia social, indicó el investigador.





Si no lo leo, no lo creo.




Lo que más me ha gustado es que la explicación es sencilla y coherente. Al fin y al cabo los que poseen el gen sólo tienen una limitada capacidad social, según el estudio. ¿No se habrán equivocado y querrían decir extralimitada capacidad social?


Ahora entiendo la explicación del dicho ¡vaya tío más lelo!


Habrá que esperar para saber cúal es el motivo que induce a las mujeres a cometer infidelidades, porque de momento no existe estudio, así que chicas, cuidado que no tenemos excusa.






Noticia publicada en la edición digital de La Voz de Galicia hoy, 02 de Septiembre.

3 comentarios:

nitinho dijo...

Hombre, ¡por fin una explicación científica a lo hijoputas que son los tíos! Estaba claro que tenía que ser algo así; a ver si las conclusiones de este estudio sueco ayudan a que los hombres sean menos cabrones con sus parejas y que éstas puedan tener un poco más de confianza en nosotros. Que no se lo merecen, pobres.

En cuanto haya una pastilla con el alelo ese, soy el primero en comprarla, para no caer en la tentación.

Así nos va, con cosas como esta. Si no lo leo, no lo creo.

Mr Blogger dijo...

Si no estás a gusto con alguien, lo dices y santas pascuas. Es duro, es dificil dejarlo, es una putada si. Pero peor vas a estar poniendo los cuernos con otra. Lo que pasa es que somos (y no solo los hombres ¿eh?) demasiado cómodos como para renunciar a lo que tenemos, y queremos tenerlo todo a la vez.

Anónimo dijo...

...estos suecos... :)