Se ha parado el país.
Ha comenzado el primer partido de España en la Eurocopa y las calles se han quedado desiertas, lo que supone una tarde un poco aburrida en mi trabajo.
Al menos, yo también puedo ver el encuentro en directo,privilegios que una tiene, y pasar el rato alegremente.
Llevamos media horita de juego y ya hemos marcado el primer tanto,esto promete...
Sin embargo,estas tardes tranquilas hacen divagar a mi mente mucho más que de costumbre.
Cierro los ojos, me relajo unos minutos; veo la perfecta imágen en tamaño panorámico.
Mi paraíso particular.
-marca Villa el segundo gol a punto de terminar la primera parte-
Me ha desconcentrado.
Llega el descanso.Tengo quince minutos.
Intento de nuevo regresar a mi paraíso, me encuentro tan bien allí.....
Demasiada tensión.
Mañana probaré de nuevo.
2 comentarios:
Que no te distraigan, Anaí: intentar llegar al paraíso es lo mismo que alcanzar la felicidad. No desesperes... y sigue intentándolo. Y, si lo consigues, no estés mucho tiempo allí: vete, para volver a él tantas veces como puedas.
Cuidado con las mariposas, por cierto; son pequeños y frágiles seres, pero si están revoloteando por el estómago... pueden hacer mucho daño.
;-) ¡Bss!
Mi paraíso es parecido a tu balcón,nitinho, salvo en que mi paraíso a veces, es sólo mental.Me gusta ir de visita de vez en cuando, para contagiarme de su esencia.Pero regreso enseguida,sé que puede ser peligroso pasar demasiado tiempo en él.
Gracias por el consejo sobre las mariposas.Me acompañan porque, supongo, se encuentran bien a mi lado,pero sé que pueden echar a volar en cualquier momento.
Bikiños.
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