El fin de semana asoma la nariz, dos días por delante que espero traigan mucho calorcito. Yo, seguro que en contraposición a muchos, adoro el domingo. Sobre todo los domingos de verano. Pongo en práctica aquel consejo que nos daba una conocida empresa dedicada al sector de la alimentación: ¡VIVAMOS COMO GALEGOS!.
Me levanto cuando ya me canso de estar en posición horizontal, ello no implica que duerma todo el rato. Me encanta quedarme en la cama después de haber despertado, sabiendo que sólo yo tengo que decidir si me pongo en pié o no y cuándo. Así que, suelen darme las 12. Después del correspondiente aseo, me visto con lo más cómodo que tengo (eso de la ropa de los domigos... no va conmigo) y me voy. Compro la prensa, cojo el coche y conduzco hasta mi destino: mi aldea.
No es que sea un pueblo de postal, más bien es un pueblo típico del rural gallego, pero es mi pueblo y reúne todas las condiciones propias de todo buen pueblo que se precie de serlo. Hay casitas, praderas, flores y arbolitos varios (con unas frutas que para sí quisieran algunos), huertos con sus correrspondientes hortalizas de primera calidad, pajarillos, mariposas, vecinos que no molestan y tranquilidad, mucha tranquilidad. Con un plus añadido: aquí viven mis padres y es el lugar de reunión inexcusable de toda la familia. Es domingo es el único día de la semana que pasamos juntos. Si estamos los que somos sumamos 20, aunque por motivos de trabajo o de alguna otra índole hay alguno que últimamente no ha podido ir. Los que más disfrutan son los peques, -aclaro que las edades de los peques oscilan entre 8 y 19 años-.
Después de degustar la añorada comida de mi madre emprendemos divergentes tareas :
- Opción 1: División de grupos. Los hombres leen la prensa, con banda sonora de anuncios televisivos de fondo, hasta que son vencidos por la somnolencia. Las mujeres comenzamos una mesa redonda sobre noticias informativas de última hora y de contenido fundamental, es decir, le pegamos un repaso a los reportajes de Hola, Semana, Cuore y OK , los analizamos y los comentamos (poniendo en su sitio al que se lo merece). El análisis sólo consiste en la visualización de las fotos, salvo por una de nosotras que lee hasta la letra pequeña.
- Opción 2 : Tras la comprobación pertinente del índice de "calidad" de las emisiones cinematográficas de las tardes dominicales de varios canales ( concretamente, de todos), optamos por la piratería y vemos un par de dvdrip. Siempre últimos estrenos.
- Opción 3: Cogemos los bartulos de rigor y nos vamos a la playa/piscina, según la masificación ciudadana esperada. En verano esta opción suele ser la escogida por pura lógica, verano=playa.
-Nota: Los peques en las opciones 1 y 2 no están presentes. Dedican su tiempo de ocio por entero a la PSP.
La jornada se prolonga hasta que anochece en invierno. En los días de estío no fijamos hora concreta de retirada. Hay que aprovecharlos al máximo.
Pensaréis que el plan resulta un tanto aburrido, sobre todo para los ciudadanos de acera. Lo entiendo. Pero yo nací y crecí en el campo y, a pesar de que me considero ahora más urbana que los atascos, también mantengo que ¡Un domingo sen aldea non é domingo!
8 comentarios:
Dios mío, un domingo a las doce en cama... ¡brrrrrr! Me da nosequé sólo pensarlo; claro, tú aún eres una chiquilla, y uno ya es un viejo al que poco le falta para empezar a pasear brazos a la espalda visitando las bonitas obras de nuestra Coruña; y por eso ya no soporto la cama. Pero ese es otro tema. Lo que me encantan son las opciones 1 y 2. En la 1 yo me iba con vosotras, fijo; y en la 2 con los de la PlayStation, que las pelis hay que verlas en el cine.
Pero, aunque me gusta el anuncio de Gadis... ¿e non poderíamos vivir como cidadáns do mundo? A mín gustaríame moito máis...
;-)))
¡Un biko!
Nitinho ¿Tienes ya la cartilla de pensionista de la seguridad social? Porque si no es así deberíamos tener una charla prolongada tu y yo. Comienzas el día siempre tempranito para aprovecharlo a tope, te vas al curro, luego al gimnasio, que si ahora una reunión -o dos-, un café en Santander? No hay problema sólo hay 550km....Sí, te veo mayor...Anda que, menos mal que te conozco.
En cuanto al anuncio de Gadis era el mejor ejemplo para lo que yo pretendía explicar de los domingos en la aldea. Te imaginas a un neoyorquino diciendo ¡un domingo sin aldea...! No pega. Al verlo te arranca una sonrisa porque resulta cotidiano. No creo que tenga que ver con nacionalismos extremos.
Besos.
¡Eh, tú, a ver si me vas a entender mal...! A ver qué quiere decir usted con eso del nacionalismo, que yo seré sospechoso de cualquier cosa, menos de eso, ¿eh? Vamos, hombre... Ya te dije que me encanta el anuncio de Gadis (lo de la pregunta total es im-presionante; y lo del ¡...buéno!, para escarallarse), y además yo también pasé mucho tiempo en la aldea, que conste. Pero con mi último párrafo sólo pretendía decir, falando galego, que tan bonito como eso sería sentirnos ciudadanos del mundo, o sea, de la aldea global. Pero no me expliqué muy bien, o no me entendiste.
Y exageras con lo de Santander. Hoy fui a Gijón, nada más, a ver el Elogio del Horizonte de Chillida; y luego pasé por Candás y por Tapia de Casariego. Acabo de llegar.
Palabrita. ;-)
Por cierto, ¿puedo poner un enlace a tu blog en laspuntas?
Eso sí, sólo si estás preparada para un pequeño aluvión de visitas, que ya ves cómo está el patio...
Aclaraciones Nitinho. Lo del nacionalismo iba referido a mí, no a tí.Si conozco a alguien contrario a ello ése eres tú.Jamás te calificaría de ese modo. Pero como este tema de la defensa a ultranza del nacionalismo está tan de moda, sólo pretendía dejar claro que éste no era el fin que yo pretendía, sino el mostrar con un ejemplo gráfico nuestra idiosincrasia, la de los gallegos, que hay que reconocer que los de Gadis lo bordan. Espero haber aclarado el asunto, discúlpame si te ofendí.
En cuanto a lo del enlace, claro que te doy permiso. Es un honor y un halago. Las visitas no me asustan. Temo más al hecho de no estar a vuestro nivel( y no es falsa modestia eh!)
Moitos bicos.
Ah, ya me contarás con más detalle lo de tu escapadita a la tierra de las fabes.
Nada, que no se me coge el sentido del humor ni a tiros... lo que yo digo, será la edad... ¡Pero cómo vas a ofenderme, chica! Sólo faltaría, vamos. Pretendía hacer un chistecillo, pero a veces me sale de esa manera... un tanto personal. En fin, no le demos más vueltas.
Voy con lo del enlace, pero no digas que no te avisé: prepárate.
Lo de las fabes fue uno de mis arrebatos, ya me conoces: me desperté pronto, tiré carretera adelante y según iba por la N-VI dedicí qué hacer. Y tiré para Asturias, no sin antes dudar entre eso o el parque de Cabárceno, en Cantabria; pero para hacerlo en un día era demasiado, ¿que no?
Así es nitinho...
;-))) ¡Bss!
Me gustó tu relato. Es fantástico poder compartir el tiempo con tu familia, verdad? aunque sean siempre los mismos planes, creo que da igual que sea en la ciudad que en el campo, lo importante es esa reunión en la que todos sabéis de qué vais a hablar, quizás casi nunca hay nada nuevo, sin embargo ir viendo como la familia aumenta, como crecen los más pequeños, como envejecen los mayores, hablar de los que ya no están sabiendo que son parte de nosotros, saber que aunque nunca se lo digas son las personas que siempre estarán ahí y para las que siempre estarás tú es estupendo.
Además es muy bueno que haya gente como tú que sepa darle el valor que tiene cuando se produce, porque por desgracia mucha gente sólo se da cuenta de la importancia que eso tiene cuando alguno de sus miembros desaparece o cuando por lo que sea esas reuniones dejan de producirse. Seguro que a tu abuela le encantará que sigáis reuniéndoos todos.
Por cierto, escribes muy bien, ya me gustaría a mí tener la capacidad de expresarme, de hacerme entender que tienes tanto tú como muchos de tus colegas
Nunca dejes de compartir esos domingos con los tuyos.
Besitos. Ch
Por cierto, ya me enganchaste a tu blog, eh! Seguiré leyéndote
Gracias por tus palabras anónimo. Pero con tu comentario me has demostrado que tienes aptitudes más que suficientes para expresarte y transmitir emociones. Anímate y únete a la comunidad bloguera.
Gracias, de nuevo, por leer mis pensamientos.
Besos.
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