Se acabó el mes de Agosto. De un plumazo se han esfumado 31 días. Cualquiera lo diría, a mí sólo me han parecido 15. La ventaja es que mi ansiado mes de Septiembre ya está aquí y a dos semanitas vista, mis vacaciones. Me entusiasma este mes para disfrutarlas, tiene un halo de tranquilidad que lo envuelve. Agosto es el caos, el agobio, la masificación...Septiembre es otro cantar, a pesar de que todavía hay un alto porcentaje que se apunta en esta época para disfrutar de sus días de asueto. Pero no tiene nada que ver con lo que al menos nos muestran los informativos, porque tengo que reconocer que desde que terminé la carrera no he vuelto a disfrutar de vacaciones en Agosto. La imágen en mi retina es la siguiente: atascos interminables, arenales atestados por miles de pies de nacionalidades varias, termómetros a punto de explotar, y un largo etc... Francamente, pudiendo escoger, prefiero otra fecha en la que no haya tanta aglomeración y la temperatura se haya suavizado un poco, es decir, que pueda disfrutar de la playita sin que la arena me achicharre los pies, y que cuando me entre el hambre pueda encontrar un hueco en cualquier restaurante con relativa facilidad. Y esto es tremendamente importante, ya que debido a mi estado de buena esperanza, mi apetito ha aumentado considerablemente. Necesito comer varias veces al día y mi organismo no entiende aquello de "tienen que esperar", sobre todo en las horas punta. Ya lo he dicho anteriormente, soy una marioneta.
Mi destino para este año, porque con toda probabilidad será el único viaje que pueda realizar, muy a mi pesar, es todavía incierto. Necesito solecito, enfundarme el bañador y las chanclas durante el día y caminar sin chaqueta de noche. Queda claro, con tales deseos, que no me quedaré en mi verde Galicia. Tendría que cambiar el bañador por el chubasquero y no me apetece demasiado el plan. Así que, como la Polinesia se halla demasiado lejos y los inconvenientes del viaje debido a la gestación son todavía más cuantiosos que la distancia en sí, habrá que pensar en un destino más cercano.
Tampoco será problema, porque como reza el tópico, como en España no se come en ningún sitio.