sábado, 29 de noviembre de 2008
Frío.
viernes, 21 de noviembre de 2008
Misión cumplida.
La encomienda consta de varios pasos:
1 y 2.- Mencionar y enlazar a quién me otorga este trabajito.
Me lo concede, como ya he dicho, la simpática autora sevillana de ¿Dónde está el trocito de mundo que me toca?
3.-Enumerar seis cosas que me hagan feliz.
- Haber decidido convertirme en madre. Creo que será una experiencia fantástica, aunque a veces me sienta vencida por el miedo y la incertidumbre.
- Las escapaditas con mi media costilla, ya sean de fin de semana o de semana y media.
- Darme un atracón de gominolas.
- Las visitas dominicales a mis papis. Los besos de mi padre y los detalles que mi madre tiene conmigo a escondidas de mis otros cinco hermanos. Adoro a mis padres.
- Las confidencias y secretitos que me cuentan mis sobrinos. Por algo soy su tía guay.
- Las novelas con final inesperado que me dejan alegremente desconcertada.
4.- Nombrar a otras seis personas que continúen con la cadena.
5.- Dejar constancia en sus respectivos blogs de que han sido elegidos.
Con vuestro permiso omito los dos últimos puntos. Puede que recaiga sobre mí una maldición, pero me arriesgo. La parte consistente en dar a conocer algo más de mí la he cumplido, así que espero que el diablo lo tenga en consideración y sea condescendiente. De todos modos, si alguien está interesado en sumarse a la causa y continuar la cadena, ya sabe los pasos a seguir.
Así, pues, he dicho.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Un niño, una sonrisa.
" Pornografía infantil NO "
Deseo que todos los días sean 20 de Noviembre. Que todos los días sean un homenaje a los niños. Deseo que se erradique la violencia, el abuso y el maltrato hacia ellos en sus múltiples manifestaciones. Deseo una infancia en la que el sufrimiento, el abandono, la esclavitud, el hambre, la enfermedad, el llanto, la explotación, el analfabetismo, la indefensión, la pobreza, el miedo... no tengan cabida. Deseo un mundo lleno de sonrisas infantiles, de alboroto, de juguetes desperdigados, de huellas marcadas en los cristales y de chapoteos en los charcos. Deseo un mundo en el que la mano del adulto sólo esté para proteger y acariciar, con afecto, con ternura. Un mundo que les proporcione y garantice sus derechos de atención, alimento, comprensión, amistad, ayuda, educación y justicia. Deseo, simplemente, una vida colmada de felicidad para todos y cada uno de los niños de este planeta.