viernes, 2 de enero de 2009

2009.

Aquí estamos, comenzando un año más a tachar días de un nuevo calendario. Para el 2009 no tengo propósitos especiales. Reconocidos "expertos" auguran que será durísimo con esto de la crisis que nos envuelve a todos y probablemente así será. Quizá más de una vez se nos escapen horas de sueño y tengamos pensamientos recurrentes buscando alguna solución para que no nos afecte demasiado. Pero yo no quiero pensar en el 2009 de ese modo. Es más, puedo asegurar que será un año maravilloso, pues, estaré protegida por el mejor plan de inversión que se pueda tener: el nacimiento de mi hija Alba. Ya no falta mucho para que esto se produzca, un par de meses, incluso algo menos. Y a pesar del temor que le tengo al día "D", deseo ansiosamente que llegue. No puedo saber qué sucederá después, pero tampoco voy a sucumbir al desasosiego y aventurarme a adivinarlo. No lo pretendo. Sus ojitos, como dos luceros, iluminarán mi sendero y me guiarán por el camino correcto. Si algo tengo claro es que mi niña me enseñará a mí mucho más que yo a ella. Por ello, mi propósito, mis aspiraciones, se resumen, simplemente, en disfrutar y aprovechar cada día que se nos regala. Tengo una familia maravillosa que goza de buena salud y sé que me adora, un marido al que nunca califico como tal porque creo que ese calificativo no lo describe como se merece, es mi compañero, mi apoyo, mi consejero, mi complemento... al que amo como nunca imaginé que se podía amar. Si algo deseo es que Alba herede su gran corazón y su generosidad. Tengo amigos que me aprecian y me apoyan. Como decía Rosalía en uno de sus Cantares Gallegos: " Teño en fin canto ben quero, quén puidera non o deixar ".
Así que, no pido más de lo que tengo, pues, poseo un gran tesoro de incalculable valor. Por supuesto que disfrutaría mucho más gozando de una bollante economía, es utópico pensar que el dinero no es importante. Lo es, además de imprescindible y cada día más, pero siempre como complemento a lo que tenemos. Pero sucede lo de siempre, lo colocamos en el primer escalón de la pirámide de nuestras necesidades y nos olvidamos que ese escalón debe estar compartido, en mi caso, por todo lo que he mencionado anteriormente.
¿ Dinero a cambio de anemia afectiva? No, gracias.



El orden llegará.

7 comentarios:

GABI dijo...

Miarma, tu lo que tienes no es un tesoro sino un GRANDÍSIMO tesoro. Supongo que para mi es así porque mi forma de entender la felicidad en la vida es esa.

Ojalá todos nos levantemos algún día siendo conscientes de que lo que ya tenemos era lo que habíamos estado buscando durante tanto tiempo.

Muchos besos guapa y feliz año nuevo!

Perséfone dijo...

Claro que sí, mi niña. No matemos el 2009 antes de tiempo, no es justo hacerlo sin saber lo que realmente puede depararnos.

Mucho menos cuando tienes todas las papeletas premiadas para el sorteo de la felicidad (caray, que ñoño ha sonado esos).

Os dejo a los tres mis mejores deseos para este nuevo año.

Un abrazo.

ElDeMonteAlto dijo...

Hummmm... No sabes la envidia que me da tu optimismo vital, que ya conozco desde hace tiempo... ¡Ojalá yo pudiera ser así! En todo caso, amiga mía, también espero lo mejor de 2009. Estoy harto de agoreros que predicen el fin del mundo tal y como lo conocemos...

¡Feliz 2009!

(^_^)

ElDeMonteAlto dijo...

He leído en algún sitio de Internet que hoy estás de aniversario; así que...

¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!

;-))))

CUCALONSA dijo...

Ay que cosas tan bonitas escribes, y yo que a flor de piel tengo las hormonas que me he emocionado y todo. Pero estoy segura que tu año será así de bueno y esperemos que para los demás también lo sea. Bicos.

Anónimo dijo...

Eso es. POSITIVA. Las malas vibraciones ya vienen solas, si encima las llamamos...

Elena dijo...

Niña... FELIZ AÑO!

Jo... qué bonito encontrar a alguien a quien amar así, y con quien formar una familia...

Ojalá a mí me toque esa suerte algún día..

Disfruta de lo que tienes... porque eso no hay crisis que lo enturbie.

Un besazo